El 13 noviembre del año 2000 fue inaugurado el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia, con de más de 26.000 metros cuadrados dedicados al acercamiento de la Ciencia y la tecnología al público en general.
La mayor parte de la programación del Museo no es permanente, sino que renueva periódicamente sus contenidos, dedicados a diversos aspectos de la ciencia y la tecnología. Es un gran pabellón de múltiples brazos de hormigón que hacen un edificio abierto a la luz del mediterráneo.
Está dividido en tres plantas además de la planta baja. Su aspecto es de una catedral donde los contrafuertes laterales sujetan una gran cubierta con una fachada vidriada y transparente al norte y por una fachada orientada al sur y opaca.
El interior de edificio es un gran espacio abierto con forma de hall y tres terrazas que convergen en la fachada del río Turia.
Los accesos a la zona expositiva es por unas escaleras mecánicas que nos interna dentro de las fauces del impresionante dinosaurio: en la tercera planta, donde se exponen las diferentes áreas que tratan de la vida y el genoma, con espacios como: ¿Qué es la vida?, Naturaleza, Historia de la vida, Bosque de Cromosomas.
Se puede asistir de forma amena a numerosas propuestas expositivas mediante los más modernos medios. En la segunda planta, están los motivos expositivos dedicados al legado de la ciencia con Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Jean Dausset, un siglo de los premios Nóbel.
El primera planta esta dedicado bajo el título: “Escaparate de la ciencia”, con las secciones: los materiales del éxito, ¡a toda vela¡, cuidado de la calidad de vida, astronomía básica, representación de la molécula del ADN y el gran péndulo de Foucault de 30 metros de longitud, uno de los más impresionantes del mundo, y cuya masa es de 130 kilos, la base del péndulo es una mesa circular forrada de madera de olivo y naranjo, donde se encuentra el anillo que genera e induce la asistencia electromagnética a la esfera del péndulo.
Fulcault lo definió con estas palabras: El fenómeno se desarrolla con calma; es inevitable, irresistible .Viéndolo nacer y crecer, nos damos cuenta de que no está en la mano del observador acelerarlo o frenarlo . Todo el mundo, en su presencia se queda pensativo y callado durante unos instantes y por lo general se va con una sensación más apremiante e intensa de nuestra incesante movilidad en el espacio.
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